lunes, 26 de noviembre de 2012

¿12 + 1?


¿Quiénes somos?
No hace mucho tiempo que unos doce jóvenes de mente (¿O era dementes?) más un servidor de corazón, en un lugar no muy lejano de donde hoy nos encontramos, se unieron para lidiar la batalla que siempre habían soñado y nunca habían vencido. El sueño de hacer teatro llegó de la mano de la majestad de los imposibles, Inmaculada Ríos. A su compañía llegaron ilustres caballeros y señoritas, príncipes y princesas, hadas, sílfides y duendes, que habitaban en aquel magnífico escenario:
La reina Sabia Másabia, Carmen
Las sílfides hipies happys hours, Vanesa y Ana
La princesa prometida, Emilia
El príncipe valiente, Agustín
La faraona Lola ola, Loli
El duende de los cuentos chinos, Alberto
El Sacerdote de la orden sin mote, Sergio
El hada que quiso volar y cayó en la marmita con agua acelerada, Lorena
La guardiana de los bosques ya talados, Piedad …
Juntos, muy juntos, a pesar de las inclemencias del tiempo, la sombra del malvado Desamparo y la maldición de los brujos y brujas del país de Criticón …

 
¿Hacia dónde vamos?
decidieron caminar con paso firme y pies de plomo, por las ya conocidas y temibles aguas del pantano de los aplausos perdidos, las arenas movedizas de las colinas del aburimiento, los laberintos de la desesperación, allá donde se perdió garbancito, y los encantamientos de las mentes en blanco de los poblados del Yoquesé, gobernados por el mago Olvido, a las afueras del País de Sitevistonomeacuerdo, junto al acantilado Quemecaigocoño, el abismo del último eco, la cueva del noveomásallá y la pequeña guarida del leñador de ideas.
Con los nervios de la primera vez y el posible cigarro de después, cogidos de la mano y cantando la canción de la barbacoa se adentraron ávidos y juguetones a recorrer cambiando su cordón (¿O era condón?), aquel camino sin fin ni marcha atrás hasta llegar a las puertas de las dos montañas del corazón del público que les esperaba, esperando en su particular sala de espera las expectativas despertadas, como aquellas que podría esperar un príncipe afroamericano de su amada Coloretes, tras rescatarla del dragón del Carajo, al subir a tirones por las extensiones de su princesa en la última planta del castillo de las cincuenta mil escaleras, televisando el evento todas las cadenas  nacionales y autonómicas.
Tras un año de caminata como si a Santiago de Compostela desde Cúllar se dirigieran, comenzaron a saborear los manjares del  esfuerzo y a degustar las mieles de la nostalgia, recordando aquellos lugares de …


¿De dónde venimos?
…donde venían y aquellas personas que habían soportado sus  días sin tiempo, intentando dominar el arte escénico de la palabra, la respiración y la improvisación. Pronto, muy pronto, tan rápido como un sobrio pestañeo, un ladrido callejero en duelo o un zorro en un corralillo de gallinas, un Día de la mujer trabajadora, tres mujeres, valga la correspondencia, pensaron  en la posibilidad de ofrecer al mundo una visión crítica de la realidad a través de la irrealidad, un espacio en el que combatir el estrés que nos abraza tras los quehaceres cotidianos, un espejo en el que vencer nuestros miedos y dibujar nuestro mejor personaje. Un 12 + 1 de mayo por encima de toda superstición, comenzó la verdadera aventura.“Sobre el amor, la fe y otros misterios”, nace y procede de las entrañas del planeta finito “Delamismavida”. No es cuento todo lo que en él se cuenta,  ni verdad lo que en él se representa; tan solo las experiencias y razones de doce intrépidos tintineros que recogen del mundo real, con burla irónica, las mejores situaciones y mayores preocupaciones del ser humano en carne y hueso. En definitiva, esperamos vencer la batalla, pero sobre todo, esperamos su apoyo, pues qué podemos hacer una reina sin corona, una princesa sin trenzas, un príncipe sin caballo, una faraona sin trono, un duende sin taparrabos, un sacerdote sin sotana, unas sílfides retiradas, un hada sin varita y una guardiana sin poderes, sin la magia de sus sonrisas y el calor de sus aplausos.
Fdo. El Duende de los cuentos chinos, Alberto Prieto
Pda. ¡Gracias, Muchas Gracias!

 


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